lunes, 15 de agosto de 2016

La caverna de la depilación.

Voy al mercadona (enfadada), porque estoy yendo a comprar crema para depilarme. Estoy enfadada porque no es justo que tenga que hacer esto obligada. Estoy en la ducha depilándome pero, como no, estoy enfadada.
El problema es que no sé si estoy más enfadada con la sociedad o conmigo, que estoy cediendo ante ella. El ¿problema? es que termino y me gusta ver y sentir lo suaves que están. Estoy enfadada y triste porque no sé si lo hago porque quiero o si lo hago obligada, y, por supuesto, porque nunca sabré el porqué.
Quiero ponerme pantalón corto, pero quiero ser libre.

Sí, lo de la caverna de la depilación es por la caverna de la que
hablaba Platón, porque no sé en qué lugar estoy

Realmente lo paso muy mal cuando escuchas a una mujer comentarios despectivos sobre el vello (como que es antihigiénico, feo o que no es "femenino") e intentas hacerla entrar en razón. No puedes enfadarte, porque sabes que no es su culpa.

También es jodidamente difícil cuando sabes que no ir depilada no tiene nada de malo, pero tienes la necesidad de hacerlo si quieres llevar una camiseta de tirantes. Me hace sentir mal conmigo misma, como una mala feminista. Pero luego pienso que no me tengo que sentir así, que estoy luchando por cambiarlo, que si pienso algo así es porque realmente la sociedad lo piensa, y por eso estoy ayudando a liberarme a mí y al resto de mis compañeras. La lucha continúa, tanto dentro como fuera.

No sabré qué es realmente lo que quiero por culpa de una sociedad que lo único que hace es oprimir. 
No nos quieren libres, pero estoy segura de que al final lo conseguiremos. Sí, el miedo va a cambiar de bando.

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