viernes, 21 de junio de 2013

Un tequila, por favor.


Quizás me repito con cosas que haya dicho ya en otras entradas pero me suda los cojones. No recuerdo cuando se puede considerar que empecé los exámenes, solo sé que desde esos momentos en los que ya estaba harta de estudiar, de notas, exámenes y cualquier mierda, quería que llegase la tarde del viernes 21 para poder terminarlos.
Pero, sinceramente, ¿para qué? ¿Para tener que coser? Oh wow. Diooooos, hay un evento en la ciudad! Que ganas de irrr. Pues la verdad es que no, si no estás en un grupillo, es para darte un voltio por ahí, comprar algo que veas y ya, no para llevar la idea de pasar la tarde ahí. Realmente esto es una puta mierda y estoy cansada de esas mierdas porque no hay ninguna motivación para ir (bueno, la verdad es que si quiero ir es por si hay algún cd que me guste). Y tampoco es guay llevar cosplay ahí, porque para qué. Lo que mola del cosplay es hacer fotos, así que para eso llamo a mi Laru y que haga una sesión de las suyas.
En fin, que no, que no mola ya nada de nada, que los cosplays solo me haré porque me gustan pero no para llevarlos ahí, porque para estar un rato? No. Y echarte ahí todas las prisas para un rato? Nunca más.
Que lástima que no se pueda cambiar el pasado, ¿verdad? Por más que lo intentes nada podrá volver a ser como antes. Pero qué le vamos a hacer. La resignación constituye nuestro día a día, uno no puede controlar toda su propia vida, no se puede cambiar tanto como te hacen creer. Querer no es poder.
Mi única motivación ahora mismo es la cena de clase (lo cual no sé si es bueno o es malo) pero la verdad es que tengo bastantes ganas de emborracharme y ni yo sé el por qué. La pregunta es por qué no estoy bebiendo en estos momentos y vaya... Sonriendo.
Estamos atrapados, asumidlo. Asúmelo y resígnate.
Buenas noches y.... Feliz verano.

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